JulyStar: elambitoespiritual delaexistencia

Me preguntaba la otra vez después de ver una de las películas más yanquis de mi vida por qué será que los niños se fascinan haciendo estructuras como clubes, o casas con palitos o buhardillas. Siempre lo he visto, a los niños les encantan los escondites, taparse, buscar una epidermis –como dice Hundertwasser- que trascienda el cuerpo físico. Será que quieren pasar todavía más desapercibidos de lo que a veces pasan, típico el juego de querer ser invisible. En esa película lo único rescatable era un niño se pasaba las tardes construyendo un club destartalado con cholguanes, géneros y ramas. Yo también me pasé la infancia en eso, levantando estructuras endebles que en dos minutos se caían, como carpas desechables. Mi hermano también hacía lo mismo, pero con estructuras más durables. Creo que los niños tienen más sensible el sentido de espacialidad tridimensional del que habla Franco. Y no por estar más cerca de la irrealidad como dicen algunos, sino porque todavía no mandan a la mierda la posibilidad de lo virtual. Me acabo de acordar de lo que decía Chesterton -un escritor inglés muy poco conocido- en su libro “Ortodoxia”. Ahí él habla de la lógica de los cuentos de hadas, una lógica irracional desde el punto de vista de la mayoría, pero lógica al fin y al cabo, la bruja que vuela en su escoba, la manzana que habla, el ratón que encuentra monedas, etc. Chesterton es genial, tiene una
manera de dar vuelta las cosas igual que Sartre. Según Chesterton muchos dejan de lado la lógica infantil cuando dejan de lado cualquier posibilidad de un ámbito espiritual de la existencia. El mejor aventurero, -dice en el libro que nombré- es el que logra asombrarse con las cosas cotidianas. Porque lo milagroso, lo deslumbrante no tiene por qué estar en otro lado, en un cuento de hadas. Chesterton es genial, tiene una manera de dar vuelta las cosas igual que Sartre. Según Chesterton muchos dejan de lado la lógica infantil cuando dejan de lado cualquier posibilidad de un ámbito espiritual de la existencia. El mejor aventurero, -dice en el libro que nombré- es el que logra asombrarse con las cosas cotidianas. Porque lo milagroso, lo deslumbrante no tiene por qué estar en otro lado, en un cuento de hadas.
Eso es lo que Chesterton desmitifica. La posibilidad de lo nuevo, de lo genial solo en el mundo irreal.

contribucion de July Star.
Gracias amiga...

Comentarios

Entradas populares